Ruminaciones

Pensaba ayer en el destino. Cuan ironico es. Cuanto mas nos preciamos de nosotros mismos, mas duramente se encarga de demostrarnos que no somos ni tan buenos ni tan gentiles ni tan perfectos como creemos ser. Y es asi como permite que seamos desplazados en nuestras ilusiones mas caras por gente que considerabamos o insignificante o menos inteligente o menos sensible. El golpe cae de donde menos lo esperamos, y para cuando nos damos cuenta ya es demasiado tarde aun para salvar nuestra dignidad.

Podemos amar mucho, muy profundamente. Podemos ser amigos y amantes. Podemos brindar apoyo y comprension. Y sin embargo, de repente aparece alguien mucho mas simple, mas basto, pero con sus sentimientos a flor de piel y casi como sin querer somos rapidamente desplazados en los afectos y en las atenciones del ser amado. Como una mota de polvo cepillada casualmente. Y por supuesto, siendo demasiados debiles y estando demasiado asombrados como para reclamar, simplemente nos hacemos a un lado casi disculpandonos por molestar.

Al parecer, tambien los defectos se vuelven virtudes cuando de escoger se trata. ¿Qué si el nuevo amado tiene vicios?… bueno, solo demuestran cuan falto de cariño se encuentra. ¿Qué si es feo?… pero si tiene unos ojos preciosos. ¿Qué si es pobre? ¿Qué si esta desempleado? ¿Qué si no sabe hablar apropiadamente? Cuantas mas razones para necesitar apoyo… “De gustibus non disputandum” habrian dicho los Romanos – raza esencialmente practica – pero esto roza lo ridiculo. "Pero si todo cambiara junto a mi…" No, no sera asi. Las personas no cambian, al menos no en su esencia. Seguiran siendo siempre lo que siempre han sido. Lo demas es solo un sueño.

El misterio se profundiza aun mas cuando consideramos las verdaderas virtudes del odiado rival. Muchas veces son personas sencillas y directas (virtudes heroicas, lo reconozco) pero de una sencillez y directez que – para mi al menos – caen en la vulgaridad; para quienes, por ejemplo, el amor es simplemente una fisica reaccion de tumescencia y el romanticismo se entiende como la descripcion mas grafica y lasciva posible del coito. El futuro pasa a ser una sucesion interminable de noches agotadoras seguida de mañanas tardias y comidas copiosas. Cualquier conversacion es reducida a las incidencias del paseo diario hasta el puesto de comida rapida mas cercano o la inevitable tarde de compras en el centro comercial. Y las mas profundas expresiones de sentimientos no son mas que una interminable letania de frases manidas y miedos semi-ocultos, sacadas del drama televisivo de moda o del ultimo libro de auto-ayuda. Y esas son las promesas que muchas veces desplazan al plan mas amorosamente elaborado; ese que conversamos a la incierta luz de las velas, mientras la musica se desgranaba en el aire tibio y nos mirabamos reflejados en los ojos amados.

No puedo quejarme. Mejor dicho, no debo quejarme. Defectos no me faltan. Tambien soy un esclavo de mis decisiones. Por seguro yo soy insignificante y menos inteligente y menos sensible si se me compara con tanta gente de este gran mundo. Y si, cada uno recibe lo que merece. Al menos, yo he debido de merecerlo mil veces.

Aun asi no puedo menos que sentir pena. Ante todo, pena por mi, como buen egoista que soy, al ser reemplazado tan bruscamente sin siquiera la cortesia minima de la verdad. Y bueno, pena tambien por quien eligio no quedarse junto a mi. Quiza sea quien mas pierda al fin. No lo digo refiriendome a mi, puesto que no es perdida alguna descartar lo que ya no se desea; si no porque es inevitable que sus elecciones de hoy se encarguen, a su debido tiempo, de destruir cualquier esperanza que tenga por sincera y honesta que sea… y probablemente en forma mucho mas cruel de como fue conmigo. Y ahí quedara solo el vacio de lo que pudo ser y no fue, de lo que hubo y ya no es mas…