Kek Lok Si

Hace pocos dias atras visite la pagoda de Kek Lok Si, uno de los mas grandes templos Budistas en la isla, y que se asienta en uno de los cerros, mirando por encima a Pulau Pinang. Su nombre significa "Cielo Budista". La vista es simplemente grandiosa, y el lugar mismo, muy colorido.

La subida hacia el templo comienza mucho antes de siquiera poder verlo, entre cientos de pequeñas tiendas que venden miles de objetos y recuerdos diversos. Ahi se encuentran las cosas mas increibles, tales como ropa o lamparas, espadas y dulces, todo mezclado en esplendida confusion. El ambiente es el de un tunel que va ascendiendo poco a poco. Sin embargo a mitad de la ladera, el espacio repentinamente se abre para dar paso al complejo del templo mismo. Escaleras se bifurcan en variadas direcciones, llevando en confusion a diferentes niveles llenos de pequeños recovecos multicolores. Las estatuas de Budda, en diferentes posturas y edades cubren cada rincon. En la plazuela, una fuente (llamada de la libertad) da acogida a cientos de tortugas. Antiguas mascotas, a quienes sus dueños han traido para liberar, y que se amontonan a ras del agua, sobre cada espacio disponible, en asfixiante proximidad.

Ya en el complejo mismo, el sol resalta cada color, brillando en cada superficie y en cada pulida teja. Los rojos, azules y oros cubren cada centimetro. Los diseños se vuelven complicados, y van contando sus historias sobre cada pared. El calor y la humedad golpean, los pasos se vuelven mas lentos. El interior de los santuarios por contraste, con su permanente semi-penumbra, ofrecen un delicioso respiro del calor ambiente. Las imagenes doradas relucen tenuemente entre las nubes azulinas de suave incienso que se elevan perezosas en el aire quieto. Un par de monjes entonan sutras acompañados por un tambor. Por los rincones surgen las caras airadas de los demonios, con sus bocas abiertas y sus ojos saltones. Un par de fieles se inclinan antes de seguir avanzando.

A medida que sigo subiendo, los espacios se van abriendo mas y mas. En un costado estan construyendo un nuevo monasterio. Y arriba, en la explanada, esta la estatua gigante de Kuan Yin, todavia en construccion. Por todas partes, amontonados sin orden ni metodo, hay tallados de piedra que seran parte del nuevo santuario. En un costado, una fuente llena de percas, gordas y lustrosas, de brillantes colores, hacen juego perfectamente con el entorno. El sol pega aun mas fuerte, y la vista se extiende, bajando suavemente hasta la verde linea de los cerros y el azul difuminado del mar, con la ciudad reposando sobre las costas del estrecho... me seco la frente, respiro hondo, y dejo que el ambiente se apodere de mi.

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