Vistas desde mi ventana

Este fin de semana fue extraordinariamente variado en cuanto a ver cosas nuevas. Por una parte, los monos volvieron a bajar de los cerros despues de tanto tiempo ausentes. Ya cuando no esperaba volver a verlos, aparecieron justo frente a mi ventana y se quedaron jugando largo rato ahi, tomando el sol y disfrutando la tarde que estaba inusualmente fresca. Luego, mas tarde, cuando sali a caminar, nos encontramos con un joven paseando su poodle. El perro no podria ser descrito como nada especial - simplemente un poodle blanco mas - si no fuera porque le habian teñido las dos orejas de un brillante color naranja fosforecente y el pompon del rabo de un igualmente brillante color verde furioso. El perro saltaba alegre por entre los arboles, totalmente lejano a cualquier sentimiento de faux pas estetico; pero mi mirada no podia dejar de pasar del perro a su dueño, con una expresion que probablemente mezclaba mi incredulidad con mi sorpresa por partes iguales. Lastima que no tenia mi camara a mano para haberlo inmortalizado, pero espero volver a verlo y ahi si poder documentar tan trascendental desarrollo de las sensibilidades artisticas del nuevo milenio.

Comentarios

LS dijo…
Jajajaja pobre e inocente perrito, esperaremos esas fotos.
Que hermosos esos cambios, nunca e visto un mono en su ambiente natural, me alegro que tú si tengas ese placer.

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