Lunes de lluvia

Hoy comenzo a llover a eso de las 6 de la mañana. Desperte primero por el ruido del viento fuera de mi ventana. Los arboles crujian como si fueran a ser arrancados en cualquier momento. Luego vino la lluvia, violenta, que hacia temblar los cristales. Y luego, en un tris, todo se calmo y el cielo quedo tranquilo y casi despejado. A la hora que baje a la calle - cerca de las nueve - ya casi todo estaba seco.

Este fin de semana pasado fue muy tranquilo. El sabado fui de compras y dejandome llevar por la tentacion, adquiri una mesa. Bueno una mesa me era necesaria ya que no tenia ninguna, pero creo que me anduve excediendo en el presupuesto. No solo no resulto una mesa cualquiera si no que termino siendo una mesa de patas torneadas, buena madera y lindas terminaciones. En fin, una mesa cara. Se ve espectacular en medio de mi apartamento, donde ahora tiene el sitial de honor. Es cierto que los muebles todavia escasean dentro de el, asi que las miradas tienden obligatoriamente a dirigirse a los pocos que hay. En todo caso, a pesar de estar mucho mas pobre ahora estoy muy contento con mi nueva adquisicion, y pase sus buenas horas admirandola.

Para celebrar la felicidad que aun tengo, esta mañana pare por el mercado de la esquina, y me compre una salchicha china recien frita de desayuno. Son unas salchichas pequeñas, de carne de cerdo, muy bien aliñadas y con un toque de anis como para darles el gusto exotico. Deliciosas, aunque creo que aun debo oler a ajo desde sus buenos metros de distancia.

En fin, una buena forma de empezar la semana antes de enfrentar el cerro de trabajo que tengo pendiente...