E. B. Yates
Años atras dedique este poema. Cinco años atras para ser exacto. Hoy lo he traducido, pobremente, en recuerdo a ese sentimiento que aun se niega a morir y en honor a ese quien ya no es el mismo.
Cuando seas viejo y gris y estes somnoliento,
cabeceando junto al fuego, toma este libro,
y leelo lentamente, recordando el suave mirar
que tenian tus ojos, y sus profundas sombras;
Cuantos amaron tus momentos de alegria,
y amaron tu belleza con amor ya falso, ya cierto
pero solo un hombre amo tu alma peregrina,
y amo los dolores impresos en tu cara;
e inclinandote un poco sobre las tibias brasas,
murmura, algo tristemente, cuan rapido el amor se fue
y ya camina por encima de las montañas
escondiendo su cara entre las estrellas.
Cuando seas viejo y gris y estes somnoliento,
cabeceando junto al fuego, toma este libro,
y leelo lentamente, recordando el suave mirar
que tenian tus ojos, y sus profundas sombras;
Cuantos amaron tus momentos de alegria,
y amaron tu belleza con amor ya falso, ya cierto
pero solo un hombre amo tu alma peregrina,
y amo los dolores impresos en tu cara;
e inclinandote un poco sobre las tibias brasas,
murmura, algo tristemente, cuan rapido el amor se fue
y ya camina por encima de las montañas
escondiendo su cara entre las estrellas.
Comentarios
Quiza al pasar a la segunda mitad de tu vida debas renovar algunos pliegues y hechas a volar las malas noches y los dias tristes, abrir la ventana y dejar entrar los rayos del sol, que aunque no veamos, siempre esta ahi.
Un saludo a la distancia!
Primero que nada, gracias por visitar mi blog. Fue una sorpresa encontrar tu comentario. Me gustó mucho tu poema, pues proyecta una nostalgia reflexiva, realista.
Los años pasan, los recuerdos quedan, pero para nuestro regocijo vienen nuevos amaneceres.
Saludos!