Regateando incensarios
El fin de semana pasado sali de compras. Claro que no fue solo un salir al azar para ver que podia encontrar. Hacia dias que tenia en mente una reproduccion en bronce de un incensario chino del siglo XIV. Lo vendian en una tienda que estaba liquidando su stock y era el unico que tenian, y por supuesto estaba "en oferta." El asunto me dio largas vueltas por la mente. No era caro pero tampoco lo estaban regalando, y tomando en consideracion mi delicado estado financiero actual, habia que pensarlo.
Como muchas de mis compras mas esotericas, esta me dio vueltas y me dio vueltas por la cabeza hasta que finalmente tome la decision de adquirirlo, aunque siempre reservandome el derecho de cambiar de opinion a ultimo momento. Y bueno, al final resulto que todavia estaba a la venta, de que el precio resulto ser menos de lo que esperaba y lo adquiri.
En estos casos el precio no siempre es menos de lo que uno espera puesto que como en la gran mayoria de las tiendas chinas todo esta sujeto a la negociacion, al regateo. En este caso el precio que se inicio en 460 ringgits termino en 100. Claro que el regatear es un arte, el cual aun no domino del todo. Se requieren nervios de acero y una total fuerza de voluntad para darse vuelta y abandonar la negociacion si es que el precio no llega al nivel deseado. Al final de cuentas gana quien tiene el mayor aguante. En todo caso, dudo que el vendedor haya quedado muy triste conmigo. Todavia pienso que pude haber insistido mas.
Ayer por fin probe mi nuevo incensario. Primero eso si tuve que comprar el incienso adecuado. No el que viene en varillas si no uno que viene en forma de conos. Al encenderlo y cubrirlo el humo empezo a escapar por todos los calados de la tapa, como tules que lentamente se esparcian por el aire, dandole azuladas tonalidades y poblandolo con misteriosos aromas. Bueno, lo de aromas misteriosos quiza no haya sido tanto, pero al fin al cabo eran aromas fuertes que sirvieron para espantar todos los mosquitos que usualmente a esa hora pululan por el apartmento. Sin duda resultara una buena compra... en el largo plazo mucho mejor que un pesticida, asi anoche dormi contento...
Como muchas de mis compras mas esotericas, esta me dio vueltas y me dio vueltas por la cabeza hasta que finalmente tome la decision de adquirirlo, aunque siempre reservandome el derecho de cambiar de opinion a ultimo momento. Y bueno, al final resulto que todavia estaba a la venta, de que el precio resulto ser menos de lo que esperaba y lo adquiri.
En estos casos el precio no siempre es menos de lo que uno espera puesto que como en la gran mayoria de las tiendas chinas todo esta sujeto a la negociacion, al regateo. En este caso el precio que se inicio en 460 ringgits termino en 100. Claro que el regatear es un arte, el cual aun no domino del todo. Se requieren nervios de acero y una total fuerza de voluntad para darse vuelta y abandonar la negociacion si es que el precio no llega al nivel deseado. Al final de cuentas gana quien tiene el mayor aguante. En todo caso, dudo que el vendedor haya quedado muy triste conmigo. Todavia pienso que pude haber insistido mas.Ayer por fin probe mi nuevo incensario. Primero eso si tuve que comprar el incienso adecuado. No el que viene en varillas si no uno que viene en forma de conos. Al encenderlo y cubrirlo el humo empezo a escapar por todos los calados de la tapa, como tules que lentamente se esparcian por el aire, dandole azuladas tonalidades y poblandolo con misteriosos aromas. Bueno, lo de aromas misteriosos quiza no haya sido tanto, pero al fin al cabo eran aromas fuertes que sirvieron para espantar todos los mosquitos que usualmente a esa hora pululan por el apartmento. Sin duda resultara una buena compra... en el largo plazo mucho mejor que un pesticida, asi anoche dormi contento...
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