Paseando por la jungla

Este sabado recien pasado, durante el ya famoso viaje de vuelta desde Kuantan, una de las paradas que hicimos fue en el santuario de elefantes. Por supuesto no resulto una visita muy larga ya que llegamos 10 minutos despues de que habia cerrado por el dia. En fin, solo alcanzamos a ver algunos elefantes a la distancia entre los arboles y tuvimos que conformarnos con eso. La parte realmente impresionante fue el paseo por la jungla que hicimos para estirar las piernas.

La tarde estaba lluviosa pero igual tuvimos la suerte de que paro de llover justo cuando decidimos caminar un poco. La tarde estaba fresca. En las cimas de los cerros vecinos jirones de niebla flotaban entre los arboles, dandoles un aspecto irreal. El aroma de la vegetacion humeda y el sonido ensordecedor de los insectos que iban apareciendo a medida que la lluvia se detenia le confirieron a este paseo un toque magico. Justo en un claro habia un pequeño poblado indigena. Bajo una de las casas, un mono se guarecia, atado con una cadena al cuello, mientras los pollos huian a nuestra sola presencia.

La gente nos veia pasar con interes y gentilmente saludaban. A un costado del camino tenian una pequeña plantacion de arboles de caucho, con sus respectivos cuencos colgando de cada arbol para recoger la savia. Un pequeño riachuelo se doblaba y perdia bajo la densa vegetacion.Me senti bastante incomodo tomando fotos del poblado. Casi como si estuviera insultando a esas personas al considerarlas "exoticas" y dignas de curiosidad. Sin embargo, despues de preguntarles si podiamos, simplemente nos sonrieron amable, casi resignadamente y luego nos quedaron viendo a medida que desapareciamos en la distancia, rumbo a nuestro transporte.

Comentarios

LS dijo…
Que rara sensacion esa, yo tambien he dejado de tomar fotos a veces porque pienso que la gente se puede sentir mal...
Buenas tomas en todo caso... toda una aventura.

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